Proyectos Inconclusos...

He tenido mas ideas de proyectos que cabellos en la cabeza; y no se si a ti te pasa, pero soy buenísima para idear, un poco lenta para ejecutar y terrible para mantenerlo en el tiempo. Una combinación complicada para crecer; aun así, he logrado concluir muchas cosas en la vida, claro que, podría estar en otro lugar financieramente de haber continuado con ciertos emprendimientos.

¿Qué pasa en realidad cuando iniciamos con algo y de repente, ya no sentimos la misma motivación que al principio?

Es una muy buena pregunta, y, en retrospectiva, muchas de las veces puede tratarse de una emoción que cumple con todas las expectativas del momento, pero que no se ha articulado de la manera correcta para darle curso. Está claro que, para un proyecto de cualquier índole, la planificación, la viabilidad y la disponibilidad de recursos son vitales para su permanencia, sin embargo, no todos necesitan pensarse tanto, ni una estructura muy elaborada y mucho menos un gran presupuesto. Creo que en general, es solo cuestión de tener claro lo que se quiere e ir por ello.

Otro motivo que se me hace evidente, es que, pedimos demasiadas opiniones antes de iniciar y la realidad es que las personas expresan un criterio basado en sus propias experiencias y partiendo de lo que han escuchado del tema, muchas veces sin saber de lo que están hablando. Recuerdo en una ocasión haber tenido la intención de cambiar mi vehículo, ya tenía pensado una marca y modelo en específico, porque me gustaba, en primer orden y segundo porque se ajustaba a mi presupuesto. Pero decir esto en voz alta ha sido una experiencia bastante enriquecedora. ¡todo el mundo sabe de vehículos! Cual es más bonito, cual consume menos, cual tiene las piezas más caras y etc.… al final es difícil tomar una decisión basado en lo que piensa la multitud, pero vaya que nos gusta contar con la venia de los demás para todo. Un consejo: oriéntese con un experto en la materia y dele para allá.

Creo que el hecho de que queremos hacer muchas cosas sin tomar riesgos, es de las situaciones más comunes por las que abandonamos, pero, así es la cosa:  lamentablemente, “todo lo que vale la pena, implica arriesgarse”. No importa si se trata de cambiar de trabajo, emprender un nuevo negocio, iniciar a estudiar nuevamente, todo nos parecerá un escollo. ¿Y si pierdo mi tiempo? ¿Qué tal si invierto mal mi dinero? ¿Valdrá la pena el esfuerzo? Todas estas dudas surgen al momento de embarcarnos en algo importante y si no estamos completamente decididos, puede que nos hagan dejar en el camino lo que iniciamos.

Si algo nos ha enseñado la vida, es que, cada decisión que tomamos es una apuesta. Puedes ganar, puedes perder o puedes empatar. La ganancia que obtenemos en cualquiera de los casos, es que nos deja una lección aprendida. Así que, te invito a prepararte bien para lo próximo que quieras hacer, mantén claros tus objetivos y disfruta el trayecto… con altas y bajas, estar inmersos en algo que nos entusiasma y nos llena, no tiene comparación alguna.


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